martes, 15 de enero de 2013

Tim Breaux: Un recambio preciso (incluye anillo)

Defendiendo a Andre Turner con el Cáceres (Foto: El Periódico Extremadura)
Lanzando a canasta con los Rockets.
Hace nada hablamos aquí de Conner Henry, cuyo único lunar en Valencia fueron las lesiones. Una de las veces, en la 93-94, fue sustituido por un jugador espectacular, atlético, agresivo, que podía jugar indistintamente como '2' y como '3'. Seguramente no era tan buen tirador como Henry, pero sí más versátil. Se llamaba Tim Breaux y dejó buen sabor de boca en el Pamesa aquel tiempo.

El acierto del fichaje se confirmó poco tiempo después, cuando consiguió un puesto en la plantilla de los Houston Rockets y se proclamó campeón de la NBA en 1995. Desde luego, no tuvo un papel decisivo en aquel equipo que, al menos a mí particularmente, tanto aburrió, pero que al menos conservaba el encanto de Hakeem Olajuwon. Breaux promedió unos 9 minutos por partido en los dos años que permaneció en los Rockets, con un total 96 partidos.

También jugó otros 6 en Milwaukee en la 96-97, pero desde luego aquel no era su sitio. Tras un leve paso por la CBA con los Idaho Stampede (siempre me ha molado este nombre), llegó su segunda aventura ACB como recambio de lujo: el Cáceres estaba por entonces en la zona baja de la clasificación y Manel Comas varió la estructura del equipo, sustituyendo a Teoman Alibegovic --qué decepción aquí, por cierto-- por un Breaux que llegaba más bien para 'meterle presión' al entonces mejor '3' de la liga, José Antonio Paraíso.

Ahora.
Tampoco lo hizo mal y el equipo salvó la categoría, completando así una trayectoria global de 29 partidos en la ACB con 12,2 puntos. Me hubiese gustado verle en algún 'grande' en otras circunstancias. Seguro que lo hubiera hecho bien, pero esto es solo aventurarse.

Su carrera continuó en Italia, Turquía y Alemania mirando de reojo un posible regreso a la NBA, pero no pudo ser. Colgó las botas en el 2004 en la CBA con los Yakima Sun Kings.

Bastante lacónico, y sin declaraciones de cara a la galería, me cuenta que ahora trabaja para un banco en la ciudad donde una vez se puso un anillo que todos desean: Houston. "Recuerdo mucho de mi época en España, pero lo mejor es jugar en la NBA y conseguir la posibilidad de enfrentarte a los mejores jugadores".

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