viernes, 14 de diciembre de 2012

Rafa Talaverón: Disfrutar con los minutos


2000-01
Rafa Talaverón lo dice abiertamente: "Disfruté más del baloncesto en la LEB y en categorías inferiores que en la ACB". Les pasa a muchos jugadores. A otros no. Pero en el caso de Talaverón, un 2,04 de un corpachón enorme, debía cansar que su papel en la máxima categoría se circunscribiese a darle descanso al americano de turno y a pegarse con otro 'yankee' en las oportunidades de las que gozaba. El balón le llegaba poco.

'Redescubrió' el baloncesto a medida que se iba haciendo mayor. Y eso que no faltó un momento grandioso como ganar una Copa del Rey con el Taugrés, uno de sus cuatro equipos ACB junto a Granollers (con el que debutó en la 90-91), Gijón y un par de etapas en Granada. Pero simplemente ver que promedió 9 minutos por encuentro (en una cifra tan respetable como 178) da idea del papel que tenía (2,0 puntos y 1,6 rebotes).

Más abajo, cuando tuvo más protagonismo, Talaverón llegó a promediar 15 y 9,9 en el Aracena de la 2000-01. Aquí está su ficha en la FEB para que podáis ver que ha jugado hasta hace bien poco, en la 2009-10 (con 38 años, vive Dios) con el Mollet en EBA. Pero hacía ya bastante tiempo que tenía su futuro laboral planteado por otro sitio que no era el baloncesto, en el que se mantenía casi en plan amateur.

En la actualidad.
"En un año tuve cuatro equipos y entonces me di cuenta de que había que reconducir la situación, ir pensando en lo que estaba por venir. Mi mujer consiguió un trabajo en Barcelona, que es de donde somos, y decidimos volver. Ahora soy autónomo y me dedico sobre todo a montar persianas. No me va mal, aunque aquí estamos, como todo el mundo, peleando con la crisis", relata, con un excelente humor. "Ahora me dicen mucho dos cosas: que no necesito escaleras para montar las persianas y que por qué no me dedico al baloncesto. No saben quién he sido, claro".

Más en serio, Talaverón define como "una pena" que haya muchos exjugadores que pasen por problemas económicos porque no han tenido la misma suerte o acierto que él. "Cuando estás ahí, lo único que piensas es en seguir jugando. No te das mucha cuenta de que luego hay un futuro". Eso sí, aclara: "Si volviera a nacer, me encantaría volver a tener la misma vida de jugador. Lo más bonito, más que los recuerdos deportivos, son las amistades que te quedan".

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