jueves, 18 de octubre de 2012

David Wood: Fabricando un ejército de gladiadores



David, con su esposa, Angela, y sus cuatro hijos, en una imagen actual que me ha enviado.
David Wood llegó a España en la temporada 89-90 como un auténtico desconocido. "Baj, otro invento de Aíto", se escuchó probablemente. Era sustituto temporal de una leyenda como Audie Norris y se espera que permaneciese solo lo que durase su baja. Pero al final se acabó quedando en los azulgranas, ganó aquella Liga ACB (aunque perdió la final de la Copa de Europa) y encadenó una larguísima carrera de 15 años entre Europa y NBA en los que fue admirado en todos los sitios donde jugó.

Wood, efectivamente, parecía un paquete. Blanco, de mejillas sonrosadas, aparentemente torpón... Pero pronto empezó a mostrar sus armas: un coraje y una competitividad tremendas, un tiro exterior que fue mejorando con el tiempo y, sobre todo, un compromiso brutal con la camiseta que se ponía. Sumamente religioso, eso le valió nada menos que para acumular 209 partidos ACB en seis equipos, el último en el 2003 el Fuenlabrada, ya con 38 años. Los 12,4 puntos y 6,4 rebotes seguramente no le hacen justicia.

Recogiendo un rebote en su primer año en España, con el Barcelona (Foto: Gigantes)
Aquí tenéis un buen artículo de Pablo Malo de Molina en el que, en ese 2003, Wood habla de su trayectoria, de cómo llegó y cómo fue evolucionando. Lectura recomendada, por supuesto, para tener un fresco global de lo que supuso ese jugador en sitios como Vitoria, Málaga, Las Palmas, Murcia y evidentemente Barcelona y Fuenlabrada. Su etapa en la NBA fue también muy variada, con ocho equipos en casi los mismos años (números) y un papel incluso más de especialista que aquí. No le faltó ni una medalla de bronce en un Mundobasket, el de Grecia-98, cuando las estrellas se negaron a jugar por el 'lock-out'.

Con los Pistons, uno de sus
8 equipos NBA:
Pero han pasado nueve años sin que se sepa nada de él por aquí y ya sabéis que la especialidad de este espacio es saber cómo respiran ahora los que una vez fueron ídolos. Pues bien, cerquita de cumplir los 48 años, os cuento que David Wood vive en Reno (Nevada, fronterizo con California) y que está 'incubando' a otra legión de gladiadores de la pista, como fue él.

"Estoy disfrutando de mi familia", empieza contando. "Tengo cuatro hijos: Caleb, Josiah, Moses e Isaac Peter". Es curioso que los cuatro jueguen al baloncesto. Caleb tiene 18 años y está en su último año de high school. Josiah también asiste a la misma escuela, llamada Galena, y no hace falta pensar mucho para descubrir quién es uno de los entrenadores asistentes del equipo: su padre, que también lleva otro equipo como voluntario social, el Boys and Girls Club. Moses e Isaac Peter --este nació en Madrid en la época de Fuenlabrada-- son más pequeños, pero también juegan. Según David, "todos tienen excelentes habilidades, con buen tiro y manejo de balón".

Luchando por la posición con Varejao
con el Fuenlabrada. No se arrugaba, no.
Profesionalmente, tanto David como su esposa, Angela, trabajan en el mundo inmobiliario. "Cada mes compramos aproximadamente cinco casas, las arreglamos y las vendemos", afirma. 

España está lejos, pero la ACB permanece en su recuerdo. "Recuerdo lo apasionado que era la maravillosa gente española. Es fascinante cómo aman la vida y cómo la disfrutan. Es mi país favorito de Europa por eso, por la gran comida y el tiempo tan bueno", asegura, manifestándose "contento" de "lo lejos que ha llegado el país en baloncesto, con tantos buenos jugadores en la NBA". "Me fui allí recién casado y disfrutamos mucho de Barcelona antes de que tuviésemos hijos. Y no se me olvidará cómo Angela dio a luz a nuestro cuarto niño en el Hospital de La Paz en Madrid mientras yo jugaba en el Fuenlabrada", añade, con la religión como faro: "Adoramos a Dios e intentamos seguir la biblia", remarca.

Por último, añado un par de vídeos: uno de un concurso de mates en el que participó en el All Star de Logroño, nada más llegar a Barcelona, y otro de algunas de sus acciones en la NBA.




1 comentario:

  1. Como molaban esta clase de jugadores, jodeer¡¡¡...En apariencia limitado, feucho y con un tiro poco ortodoxo...Salía a jugar y se dejaba la piel (hoy día sería un rara avis), y sabía como sacar partido a sus condiciones aplicándolas en la cancha (vamos que tenía buena cabeza para este juego), aparte que era un todoterreno, un Tom Chambers diesel (otro megacrack). Sniff, que añoranza¡¡¡¡ de aquella época, al ver el video... la piel de gallina.

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